Los dispositivos médicos deben diseñarse y fabricarse para minimizar los riesgos para los pacientes, los profesionales de la salud y los usuarios finales. Los fabricantes son responsables de demostrar la seguridad y la biocompatibilidad de los dispositivos que tienen contacto con el paciente, un requisito que se aplica de manera amplia, independientemente de las exigencias de presentación.
Una base para el cumplimiento normativo
Las evaluaciones de biocompatibilidad, realizadas conforme a la norma ISO 10993-1, aportan los datos objetivos necesarios para identificar peligros, estimar riesgos y determinar la necesidad de ensayos de seguridad biológica o de caracterización química. Esta evidencia es esencial para las presentaciones regulatorias, incluidas presentaciones ante la FDA (archivos 510(k) y PMA), la documentación técnica del MDR de la UE y otras aprobaciones internacionales.
Hohenstein ofrece ensayos acreditados según ISO 17025 y conformes con GLP, junto con experiencia científica para diseñar estrategias de biocompatibilidad específicas, brindándole un socio confiable para la aprobación en la FDA, la UE y los mercados internacionales.